La mediación es una alternativa al derecho a acceder a los Tribunales de Justicia, y brinda a las personas involucradas en el conflicto la oportunidad de tener un papel activo en cómo se soluciona, en vez de dejar la decisión en manos de un juez, u otro tercero que pueda adoptarla.
Intentar una mediación no supone la renuncia al derecho a acudir a los tribunales. Si la mediación no resulta exitosa, la persona continúa pudiendo acceder a ellos, si así lo desea.
La mediación es un proceso relativamente sencillo en el que el mediador ofrece a las partes en conflicto, de manera conjunta, la oportunidad de resolver sus diferencias de una forma aceptada por ambas. en un juicio, generalmente hay un ganador, y un perdedor. Al finalizar la mayoría de las mediaciones, ambas partes en conflicto salen satisfechas con los resultados obtenidos.
¿Qué tipo de asuntos se media?
Casi todos los conflictos pueden llevarse a un proceso de mediación. Las partes que acuden a una mediación alcanzan un acuerdo con el que ambas están conformes; la mediación toma una cantidad de tiempo significativamente inferior a un proceso judicial, y es considerablemente menos cara (para los mediados, para el propio Estado).
El mediador es un profesional independiente e imparcial, especialmente formado en la resolución de conflictos, con el objetivo de ayudar a las partes a buscar soluciones pactadas.
La finalidad de la mediación es por tanto solucionar de forma pacífica y positiva los conflictos surgidos en los diferentes ámbitos de relación.
En nuestro gabinete, centramos nuestra intervención en los ámbitos civil, mercantil (estamos incluidos en la relación de Mediadores del Ministerio de Justicia) y familiar.
Conflictos en sociedad.
Desavenencias con vecinos.
Cambios o tensiones en el ámbito laboral.
Asociaciones.
Organizaciones sanitarias, académicas, etc.
Evitar procesos judiciales, entre otros,..
En el mundo actual de los negocios y las transacciones comerciales cada vez más complejo, con el consecuente incremento de la actividad comercial y empresarial, se generan gran número de conflictos entre comerciantes y entre empresas, siendo indispensable resolver de manera efectiva las controversias que surjan, con la finalidad de que se preserven las relaciones mercantiles previamente establecidas o acordadas.
En este tipo de conflictos, se busca la mediación porque se dan una serie de elementos como:
La voluntad de las partes de continuar su relación.
Ambas partes quieren conservar el control sobre el resultado.
Búsqueda de una solución rápida y ahorro de costes.
El deseo de las partes de no iniciar un proceso judicial.
Las dos partes tienen buenos argumentos y no tiene una gran disparidad.
Se debaten cuestiones técnicas muy complejas.
Es importante mantener la confidencialidad.
La causa del conflicto es una mala comunicación.
Los conflictos surgidos entre familiares son siempre delicados por los lazos que unen a los intervinientes, siendo lo deseable que los mismos puedan resolverse de forma amistosa, rápida y beneficiosa para las partes.
En muchas ocasiones, alcanzar un acuerdo en un conflicto familiar no es fácil por la propia animadversión surgida entre los familiares en conflicto, en estos casos se hace necesaria la intervención de un tercero, llamado mediador, que ayude a estas personas a llegar a un acuerdo que satisfaga a ambos.
La mediación, además de proporcionar una resolución amistosa de los conflictos familiares, evita los costes y la pérdida de tiempo que implica acudir, de inicio, a un procedimiento judicial.
Como Mediadora Familiar, me he especializado en asuntos como divorcios, separaciones, convenios reguladores, herencias y Empresa Familiar.
Mi labor se centra en facilitar el diálogo, ayudar a las partes a acercar posturas y conseguir acuerdos más pacíficos y beneficiosos.